12 Feb Los ocho errores más frecuentes en la forma de pensar
Esta mañana, he recibido un WhatsApp de un amigo en el cual me pasaba una nota de una persona desaparecida acompañada de una fotografía. La persona desaparecida era el primo de mi amigo.
En ese mensaje recibido, mi amigo expresaba que la familia estaba muy preocupada porque salió de casa para ir al cajero automático a sacar dinero y retiró una cantidad muy elevada.
La persona desaparecida, aparentemente no tenía ningún problema y además iba a ser padre en breve.
Cuando una persona recibe una noticia así pueden pasar muchas cosas por su mente, porque nuestra mente es muy poderosa y tiene mucha capacidad. Casi inmediatamente nos pondríamos a sacar conclusiones precipitadas sobre el hecho sucedido sin tener nada cierto y sin disponer de algunas hipótesis alternativas.
Haciéndonos preguntas del tipo:
- ¿Estaría cansado por la monotonía de su vida y quiso huir?
- ¿Le obligaría alguien a sacar tal cantidad de dinero?
- ¿Lo atracaron y lo secuestraron?
- ¿Al tener que responsabilizarse de un bebé en camino escaparía por el miedo a exceso de responsabilidad?
- ¿Tendría deudas y nadie sabía nada?
Y un largo etcétera de preguntas sin respuesta.
- Podríamos exagerar y magnificar la importancia de la situación.
- Podríamos restar importancia a este hecho y pasar olímpicamente.
- Podríamos unirnos completamente a este hecho y revivir la situación como si fuera con nosotros y verdad conectando con todo tipo de emociones.
- Podríamos buscar rápidamente culpables de por qué ha sucedido.
- Podríamos elegir una actitud optimista ingenua pensando de que todo se solucionará.
- Podríamos generalizar en plan positivo, diciendo cosas como «seguro que no le va pasar nada» o por el contrario generalizar en negativo, con comentarios tipo «seguro que algo grave ha sucedido».
- Podríamos intentar leer la mente del otro y seguir suponiendo las intenciones y pensamientos de los demás.
- Podríamos mantenernos en el pensamiento dicotómico y pasar de blanco negro.
Al recibir la noticia se nos pueden despertar millones de preguntas, dudas, suposiciones, emociones y creencias.
Como podéis comprobar, nuestra mente puede funcionar con diferentes patrones. Unos patrones que estamos acostumbrados a utilizar desde hace mucho tiempo y por eso es sencillo caer en ellos.
Después de todos los pensamientos que han surgido al recibir la noticia de la desaparición de esta persona, decidí escribir este artículo para que conozcáis los diferentes enfoques de nuestra mente descritos anteriormente.
Como ciudadana, después de comprobar la veracidad de los hechos, me siento obligada a difundir la información de la desaparición para que tenga la mayor repercusión posible y poder ayudar así a encontrar a la persona desaparecida, sin cometer ninguno de los errores de pensamiento descritos anteriormente.
Seguramente, has pensado y te has puesto en todos los casos que describo. Creo que es humano, pero también es humano desear que la preocupación de los familiares desaparezca y para eso hay que dejar al margen todos los pensamientos y hacer lo que hay que hacer, que en este caso es dar difusión a la fotografía del desaparecido para ayudar a encontrar a esa persona y después, si fuese necesario, ya dará las explicaciones que corresponda, o no.